La Confederaçao ha mostrado tolerancia cero contra el racismo, los líos en las apuestas y la violencia de género machista
Antony, acusado de agresión a su expareja, y Paquetá, investigado por un caso de apuestas, han sido apartados en la Seleçao
El fútbol evoluciona para bien adecuándose a los nuevos cambios sociales que han venido para bien. Se está viendo en España con las medidas que se están tomando para echar a Luis Rubiales de la RFEF.
Y en Brasil, que el año pasado expulsó democráticamente al fascista Jair Bolsonaro del poder, la CBF ha mostrado tolerancia cero ante determinados desmandes que podrían manchar la reputación del fútbol brasileño.
Bajo la dirección de Ednado Rodrigues, la Confederaçao ya capitaneó una campaña antiracista por los acontecimientos que ViniciusJr. vivió en Mestalla.
Y ahora no ha dudado en tomar medidas drásticas con dos de sus internacionales. Lucas Paquetá, implicado en un caso de apuestas que incluso acabó dinamitando su fichaje por el City, ya no fue convocado para los dos partidos de clasificación del Mundial 2026 de este fecha FIFA.Así lo confirmó el nuevo seleccionador, Fernando Diniz.
Y, el lunes, a toda prisa, Antony (extremo del United) fue apartado y ni llegó al hotel de concentración de la ‘Canarinha’ en Belém.
Aquel día, el portal UOL había publicado material muy comprometedor de una investigación de la Policía Civil de Sao Paulo que comprobaría unas supuestas agresiones físicas denunciadas por su expareja.